Todos, o al menos la mayoría, asumimos conductas en nuestra vida diaria que bien encaminadas pueden llevarnos a proteger una idea de emprendimiento y hacerla exitosa. Y aunque dicen que no todas las personas tienen la capacidad para ser emprendedores, (frase que puede ser debatible, pero no ocuparé en este espacio para apoyar o rebatir esa idea), en este artículo pretendo expresar cinco conductas, que si son desarrolladas de manera consciente, sin duda pueden ayudar a proteger un emprendimiento o incluso hacer más eficiente y eficaz tu actividad profesional.
1. Una cosa es Ver y otra Observar.

Imagen tomada de: https://www.danielcolombo.com/autocoaching-ver-mirar-y-el-valor-de-observar-para-conocernos-mejor-por-daniel-colombo-via-infobae/
La primera conducta tiene que ver con ver con la decisión personal de simplemente ver o de tomar la decisión consciente de observar. Por un lado en la vida observar no se enseña, por ejemplo aprendemos a hablar, a caminar, a sonreír, a comer apropiadamente por mera imitación. A todos nos encanta ver como un bebé sonríe cuando nosotros le sonreímos; en realidad él bebé al principio no sonríe espontáneamente, lo que hace es imitar lo que está viendo en quien le sonríe, está aprendiendo.
En algún momento de la vida nos olvidamos de observar y por ello es importante tener en cuenta que en el contexto de la empresa observar se traduce en observar con plena atención (aprender) de la competencia y aprender de los clientes y ello es algo que permite proteger un emprendimiento. ¿Por qué? Porque si sabemos en qué está nuestra competencia y logramos saber qué necesitan nuestros clientes podremos aprender a darles lo que realmente necesitan. Muchos emprendedores hacen esto sólo al inicio de su emprendimiento y mucho se olvidan de que es una costumbre que permanentemente se debe fomentar. Es esa la diferencia entre quien se quedó con su negocio inicial, al cual poco a poco la competencia lo fue desplazando, y aquel que de alguna manera logró hacer innovación y desarrollo en su compañía basado en el cambio de los tiempos. Recuerden el caso Blockbuster y Netflix. Puedes recordar este caso aquí
Vale anotar que observar también se trata de establecer políticas de gestión del talento humano adecuadas, pero de ello nos ocuparemos en otro artículo.
2. Una cosa es Ayudar y otra es Servir.
La segunda conducta se refiere a ayudar y servir. Si conocen la metáfora del niño que ayudó a la mariposa a nacer, recordarán que al igual que en la vida, cada cosa que hagamos en nuestro emprendimiento debe tener un sentido y una clara relación con nuestro propósito de vida. Si no conocemos nuestro propósito de vida entonces la tarea es otra, la tarea es encontrar cuál es eso que nos motiva y que nos genera la pasión suficiente para hacerlo, inclusive sin que nos estuvieran pagando.
Si encontramos que el emprendimiento que se está gestando, tiene una estrecha relación con nuestro proyecto de vida, probablemente tendremos un nivel de éxito superior a mucha gente porque requeriremos menos motivación por factores externos ya que estaremos auto-motivados. Sin embargo si no encontramos esa motivación pensemos en lo siguiente: Nuestro propósito como empresarios no debería ser simplemente ayudar a alguien, nuestro propósito debería ser y estar convencidos que desde tu emprendimiento puedes servirle a nuestros clientes, ¿y en este sentido cuál es la diferencia entre ayudar y servir? Pues que cuando ayudamos al cliente simplemente le estamos dando algo sin valor adicional, cuando le servimos tenemos la certeza de que aquello que le estamos dando tiene un valor y a la vez le da valor a su trabajo; en últimas le damos al cliente más de lo que él necesita, le damos algo que le puede servir para que ese cliente a la vez sirva a otros; estamos generando valor en una cadena de valor y no simplemente estamos entregando un bien o un servicio desprovisto de ese sentimiento y esa necesidad de servicio.
Piensa en lo siguiente: ¿Crees que el negocio de cualquier empresario es vender un producto o un servicio? La verdad es que el verdadero negocio no es vender un producto o un servicio. El verdadero negocio es darle valor a nuestros clientes para que ellos hagan lo que hacen de una mejor manera. Cuando pensamos en el cliente como aquel al que vamos a servir, pensamos en que nuestra empresa tiene un propósito claro de existir, en ese orden de ideas el propósito de una empresa no es sólo para ganar dinero, el dinero es la consecuencia de prestar un excelente servicio. Al lado de esta premisa está la premisa de ver a los clientes como clientes y no sólo como compradores. Al verlos como clientes sentimos la necesidad de cautivarlos y no solamente de darles un producto o un servicio; entenderemos que el cliente solamente está satisfecho si le damos más de lo que le espera, por lo tanto nuestras empresas se esforzarán por hacer todas las cosas que hacen de la mejor manera, pero sobretodo tratando de garantizar que el cliente quede satisfecho y como consecuencia de eso no solamente vuelva, sino que remita otros clientes.
El anterior tip y este tienen una estrecha relación que podría resumir así: Si VEMOS a la persona con la que estamos negociando como simple proveedor de un recurso para que nuestra empresa funcione, lo estamos viendo como un producto, si OBSERVAMOS a esa persona como un cliente y nos comprometemos, en actitud de servicio, con su satisfacción lo estamos considerando realmente como lo que es, como alguien que le da valor a nuestra compañía.
3. Maneja tus Emociones o ellas te Manejarán a ti.
La tercera conducta tiene que ver con las emociones y es precisamente porque en la vida el manejo de las emociones nos permite tener estabilidad tranquilidad armonía felicidad alegría, como lo quieras llamar. Pero en la empresa debemos saber que hay un salto enorme desde las expectativas hacia la frustración. De hecho, el camino del emprendedor es el camino en el cual la frustración lo lleva al aprendizaje y en ese sentido superar la frustración es el camino la prosperidad. En la medida en que como emprendedores logremos entender las razones de esa frustración, lograremos entender que las cosas a veces no serán como se pensaron inicialmente o como fueron planeadas, podremos superar que ese negocio tan esperado no se logró, podremos entender que esa frustración debe llevarnos necesariamente a un aprendizaje; es la diferencia entre vernos como víctimas o vernos como aprendices. Si llegamos a la frustración y a la vez al aprendizaje, podremos entender una lección que nos servirá para no volver a sentir esa misma frustración, pero si llegamos a la frustración y nos sentimos como víctimas probablemente hasta ahí llegó nuestro camino y no podremos aprender absolutamente nada… ese será el final.
4. Caminar es una cosa, pero es preferible Caminar con Aprendizaje.
Caminar en la vida es mucho más llevadero si no lo hacemos solos. De hecho, muy pocas personas podrán decir que caminan solos, pues siempre estamos acompañado de amigos, familia, pareja, papás, primos, hermanos, compañeros de colegio o universidad, compañeros de trabajo, emprendedores que como nosotros entienden por lo que estamos pasando y probablemente se convierten en compañeros también, Compañero viene de aquel que comparte el pan contigo, ese que se sentaba alrededor de la hoguera en aquellos tiempos con el cual compartían su pan luego de una batalla o de un día de arduo trabajo.
En la empresa nunca caminar solo significa entender el poder de la interdisciplinariedad, entender que no lo sabemos todo, entender que siempre hay un profesional especializado que puede encontrar respuestas aun cuando creamos que ya lo hemos intentado todo. ¿Cuántas personas luego de una asesoría con un profesional especializado sintieron que habían encontrado una respuesta a aquello a lo que le habían dado vueltas y vueltas durante largo tiempo? Ese es el poder de la compañía apropiada, del conocimiento específico por hacerse acompañar del equipo que respalde a quien tiene una adecuada visión.
5. Guarda Recuerdos
La quinta conducta de la vida que si la desarrollamos apropiadamente se puede convertir en una manera de proteger un emprendimiento es Guardar recuerdos. Y precisamente este punto, guardar recuerdos, tiene que ver con los cuatro puntos anteriores.
En el primer punto hablamos de observar y de ver en relación con la competencia y sobre los clientes. Una buena forma de proteger nuestro emprendimiento es tener una buena política de servicio al cliente, y tener una buena política de investigación de tus competencias, de investigación del mercado; si eso lo convertimos en procesos y en procedimientos al interior de la compañía y por ende lo convertimos en un hábito, probablemente siempre estaremos a la vanguardia en nuestro negocio. El hábito es una costumbre positiva que adoptamos por el acto de la repetición, es decir que de tanto hacer algo positivo una y otra vez se nos convierte en un hábito; por tanto debemos procurar que que observar a nuestros clientes y a nuestra competencia se convierta en un hábito.
El segundo punto era ayudar y servir. En ese sentido nuestra política de servicio al cliente debe ser impecable pero también observar siempre el valor que nuestro producto o servicio les da a los otros. Políticas de calidad de productos y servicios enfocados en el servicio al cliente son definitivamente una buena forma de guardar recuerdos relacionados con este aprendizaje.
El tercero punto tenía que ver con las emociones. Evaluar con nuestros socios lo bueno y lo malo, los procesos, las fallas, puede llevarnos a definir qué podemos hacer mejor, y eso siempre nos ha de llevar a revisar los contratos, a revisar los procesos, a revisar los procedimientos, a revisar el equipo, etc. Tener en nuestras empresas mecanismos de revisión y evaluación periódicas te permiten aprovechar la oportunidad de convertir una experiencia negativa en un salto hacia adelante en nuestra compañía, en los propios procesos, contratos, políticas internas.
El cuarto punto: Caminar y aprender relacionado con guardar recuerdos se relaciona con los procesos de formación de nuestra compañía que implica no sólo la formación de nuestro equipo para que adquieran, mantengan y mejoren las competencias laborales necesarias, sino además aportarles elementos de crecimiento del ser.
Además de lo anterior, nunca podemos olvidar que un líder debe formarse como tal para no ser un simple jefe y eso también tiene que ver con caminar y con aprender.
En nuestra vida documentar está en las historias que nos cuentan los abuelos, las de los papás, en los vídeos que guardamos, en las fotografías que tomamos, en los vídeos que subimos en Instagram, en nuestras interacciones por Facebook y otras redes sociales con otras personas, todo eso se traduce en recuerdos. En la empresa todo recuerdo se debe traducir en documentar y todo lo que se documenta se convierte en Planeación, en Términos y condiciones, en Políticas de información personal, en Contratos, en Procesos, en Procedimientos de registros, por lo tanto el poder de los documentos de la empresa es sumamente importante porque la empresa no somos nosotros, no es la persona, es lo que creamos por encima del ego y sobre todo con la enorme responsabilidad de dignificar la función de mejorar la condición de otros. Sin lugar a dudas fomentar estos hábitos puede fortalecer tu empresa y a la vez protegerla de riesgos importantes.
Por último…
Te preguntarás por qué un asesor legal acaba de escribir estas líneas en ese tono, pensando más en el emprendedor y no refiriéndose directamente a las leyes. Desde mi visión, la respuesta está en que un asesor legal para emprendedores debe comprender la realidad del emprendedor, los hábitos necesarios para construir un buen emprendimeinto y en ese sentido y sólo en ese sentido podrá ser un apoyo eficaz para aquellos que requieren de la guía legal para hacer el tránsito de una idea a una empresa próspera a través del emprendimiento.
Si has llegado hasta aquí tendrá para ti pleno sentido que resuma todo lo anterior en una “simple” frase: Observar con mucha atención y decidir en compañía de tu equipo cómo servir a un cliente y reservar un espacio a aprender de esa experiencia, puede ser la diferencia entre una buena idea y un emprendimiento supremamente exitoso.
Por tanto te deseo que observes con mucha atención, te decidas a servir a tus clientes, aprendas de ti, te rodees de un excelente equipo y te permitas documentar tus vivencias empresariales para no tener que recorrer nuevamente una situación ya vivida con los mismos errores del pasado, sino con el faro de la experiencia apuntando, esta vez, hacia adelante.
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